La boca que silenciamos

La boca que silenciamos

Tenemos una boca poderosa que alguna vez dejamos de usar. Esta boca grande, animal, es la del grito tribal, la de parir, la de los sonidos viscerales.

Tenemos una boca poderosa que alguna vez dejamos de usar.

En general nos comunicamos usando una boca “social”, comedida y correcta.

Esta boca grande, animal comprende las fauces, la zona de atrás de la garganta, que guarda información primal. Es la del grito tribal, la de parir, la de los sonidos viscerales. Abarca la faringe, el velo del paladar y la raíz de la lengua.

Es un lugar donde hay muchos acústicos de la voz pero que también tiene muchos cierres retentivos/protectores.

Quien “cierra su garganta” tiene buenas razones para hacerlo y necesita tiempo. Si lo apuramos, puede que logre abrir alguna parte de su tracto vocal con gran esfuerzo y resistencias pero que otros tramos permanezcan cerrados, e incluso se aprieten más.


¿Cuándo la garganta se abre, cuándo se cierra? Necesitamos permiso para decir.  

En este decir están lxs otrxs y también nosotrxs mismxs. El diálogo externo y el interno.

El trabajo a nivel de la conciencia es esencial para una adecuada comunicación. Cuando nuestro  mundo interior está tranquilo podemos plantear comunicaciones más asertivas y que logren algo. La base emocional y anímica de la asertividad es la tranquilidad.

El estado de tranquilidad personal necesita de un tiempo para reparar y conectar con niveles más profundos de uno mismo.

Nuestro diálogo interno suele estar plagado de auto-verbalizaciones negativas que nos agotan. ¿Tenés conciencia de las cosas que te decís habitualmente? 

La respiración profunda permite que aparezca un espacio para la introspección real. La Presencia real. 

Leé estas frases y observá las sensaciones que aparecen en tu garganta y en el resto del cuerpo.

•    Me siento cómoda diciendo lo que pienso. 
•    Me comunico con confianza y facilidad
•    Expreso mis verdaderos pensamientos con claridad.
•    Establezco límites claros.

Si te vienen pensamientos negativos, menospreciantes, anotalos. Y luego hacé el ejercicio de reemplazar esos pensamientos por sus opuestos positivos. Escribilos también.

¿Te gustó esta práctica? Podés compartirme tu feedback a hola@mundovera.com

Tenemos una boca poderosa que alguna vez dejamos de usar. Esta boca grande, animal, es la del grito tribal, la de parir, la de los sonidos viscerales.

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