Nos sumergimos en la exploración de la pelvis como territorio estructural, emocional y expresivo. Comprender su complejidad nos permite acceder a un nivel más profundo de autoconciencia corporal, expresión auténtica y vitalidad integrada.
A través de recursos somáticos, respiratorios y de observación anatómica sensible, abordamos la conciencia y el entrenamiento del suelo pélvico: sus capas musculares, su relación con los órganos internos y su rol en la estabilidad y el placer. La movilidad de las caderas se convierte en una puerta de acceso a la liberación de tensiones acumuladas, al enraizamiento y al goce del movimiento orgánico.
Este trabajo no se limita a la región pélvica. Investigamos sus conexiones estructurales y energéticas con la cabeza, la boca y la garganta, descubriendo cómo muchas restricciones vocales, tensiones mandibulares o dificultades en la expresión pueden tener su origen en un suelo pélvico rígido o desconectado.
La fascia, tejido conectivo que envuelve y comunica todos los sistemas del cuerpo, será otro eje de exploración. Desde su movilidad y adaptabilidad, abrimos nuevas formas de percibir y habitar el cuerpo en movimiento, restaurando la fluidez entre centro y periferia.
Este módulo es un llamado a recuperar el pulso original que vive en lo profundo. A darle espacio a lo que pide salir, a lo que ya no quiere ser apretado ni negado. A habitar la pelvis como una fuente legítima de potencia, disfrute y verdad.